La palabra “poesía” despierta el alma. Y hablar de poesía siempre nos trae a la memoria a uno de los grandes: Lorca. Un escritor de gran talento que supo captar lo mejor de la poesía tradicional y renovarlo con originalidad. Lorca es el claro ejemplo de fusión entre tradición y vanguardismo.
Hoy, Emilia Pina nos recita El romance de la luna, luna, cuyo tema es la muerte acechante de un niño gitano; de nada valen su focejeo por vivir ni los lamentos de sus familiares. La luna (la muerte) no se inmuta y se lo lleva.
A continuación, María Vital lee La muerte de Antoñito Camborio. Antoñito Camborio, convertido en arquetipo de la raza gitana está predestinado a morir.
La muerte, siempre la muerte latiendo en los versos de Lorca.
Como sabemos, Lorca bebió de las fuentes del Romancero Viejo. Composiciones recogidas a lo largo de los siglos XV, XVI y parte del XVII.
Rosa Cobos nos recita el conocidísimo Romance del Prisonero.