Emisora de radio educativa del CEIP Trajano, de Mérida

Impresiones de nuestros alumnos sobre el aislamiento por Coronavirus.Primera entrega.

Estas son algunas de las impresiones de alumnos de 6º B que iremos compartiendo sobre el confinamiento por Coronavirus. Son solo una muestra de lo cerca que nos toca a todos y de los valores que ellos muestran.

Samuel lo expresa así:

RESISTIRÉ

Por culpa del coronavirus, toda España esta encerrada en su casa exceptuando médicos y policías. Yo por ahora lo llevo bien y me entretengo como puedo.

Por las mañanas hago los deberes y por las tardes cojo la tablet y leo. Todos los días veo una película con mi familia, pero hay días que no puedo porque tengo Inglés por videollamada. Yo estoy bien pero no sé cómo les irá a los demás. Quiero que esto termine pronto porque, aunque no me aburra, no puedo por ejemplo quedar con mis amigos. Y, si esto se alarga pues habrá que llevarlo con paciencia y tranquilidad ya que algún día la cuarentena acabará.

Lo único que me tranquiliza es que hay gente esforzándose para acabar con el virus, personas como médicos, policías…

Y para darles las gracias a esas personas a las ocho todos aplauden desde sus balcones. Yo voy a intentar llevarlo con tranquilidad ya que agobia un poco no  poder salir. Ahora lo único que puedo decir es: RESISTIRÉ.

Guille también nos cuenta su día a día:

¡Maldito coronavirus que me tiene encerrado en mi casa hace más de una semana!

Nunca pensé que echaría de menos ir al colegio y dar vueltas al campo de fútbol antes de comenzar los entrenamientos.

Al principio, era como un fin de semana normal. El sábado fue el cumpleaños de mi hermano Marco y mis padres le prepararon en casa una fiesta; sacamos unos aperitivos, partimos la tarta, jugamos a las cartas y eso sí, a las 10 de la noche, salimos al balcón para aplaudir a todos los sanitarios por el buen trabajo que están haciendo. Pero el domingo, le dijeron a mi madre que tenía que trabajar desde casa y empecé a entender que este virus no es ninguna tontería.

Noté a mis padres nerviosos y cada dos por tres, se lavaban las manos o se echaban ese gel con alcohol. En parte, los entiendo; por desgracia, al tener asma de difícil control, estoy en un grupo de riesgo y tratan de evitar cualquier contagio. Mi abuela Rosa también es asmática y mis padres la ven pero no se acercan a ella a menos de un metro.

Mi padre sigue yendo al Juzgado a trabajar y cuando llega deja toda su ropa en la puerta y todo va a la lavadora. Mi madre trabaja desde aquí pero se encierra en mi habitación y parece que no está. No queremos molestarla porque nos ha dicho que sólo puede hacer expedientes que sean favorables a los contribuyentes (no sé muy bien que significa, la verdad) y si la enfadamos, puede ser perjudicial.

Mi diario es muy diferente a cuando voy al colegio; lo primero es que me levanto sobre las diez cuando normalmente a las 07:45 estoy en pie, desayuno, juego un rato y me pongo hacer las tareas. Estoy en contacto con mis compañeros y amigos por las redes sociales y con la familia, hablamos por videollamada. Por la tarde, depende de lo que haya hecho por la mañana, termino las tareas, juego y las 8 de la tarde, al balcón a tocar las palmas y ya no sólo por los médicos, enfermeros, personal de limpieza de los hospitales, sino también por la Guardia Civil, los trabajadores de los supermercados, camioneros y como no, por la Policía Local y Nacional, en especial, por mis tíos Gabi y Gloria. Luego toca ducha, alguna peleilla con mi hermano, cena y cuando me acuesto, mi abuela reza conmigo por el teléfono. Tengo muchísimas ganas de abrazarla.

Y así, más o menos, llevo la semana. Mis padres escuchan las noticias y no solo hablan de las personas muertas, contagiadas, dadas de alta sino también de la parte económica. Les escucho decir que la factura de la luz va a ser más alta ya que estamos todo el día en casa y quizás haya gente que no pueda ni pagarla, les preocupa la gente que está sola, familias que estaban ya destrozadas y por esta situación, compartan casa a pesar de que no se aguantan y de que este virus, no entiende ni de ricos ni de pobres porque hasta gente famosa está muriendo. También dicen que sí esto se hubiese podido evitar, si hubieran cerrado antes las fronteras con países ya contagiados, si no hubiera habido una manifestación el 8 de marzo en Madrid, como ha llegado a Extremadura, esos ancianos de Arroyo de la Luz que están muriendo.

A pesar de todo, siento una familia unida, charlamos, nos reímos con algunos videos de WhatsApp y de Tik Tok pero también a veces, nos riñen porque jugamos a la pelota y no terminamos todas las tareas.

De todas formas, a este virus lo vamos a vencer por eso #yo me quedo en casa#.