Relato en cadena5: El Poder de los Sueños

Emma despertó en su pupitre escolar, algo desorientada.
—¡ Emma!¡Ya te dormiste de nuevo!
La chica simplemente se limitó a poner los ojos en blanco e intentar atender a la clase de matemáticas, pero nuevamente cayó en un profundo sueño, las clases no eran para nada interesantes. Cuando logró tener la consciencia del sueño, todo parecía muy extraño, estaba todo negro, excepto una figura delante de ella, quién parecía ser un ser de luz, literalmente
—¡ Emma! dijo «esa cosa» con una voz muy aguda
Emma no pudo evitar asustarse un poco. ¿Desde cuándo tenía sueños tan raros?. Ella estaba acostumbrada a soñar con otro tipo de cosas, no con elfos brillantes. La chica iba a contestar, pero el elfo se subió a sus hombros mientras chasqueaba sus dedos
— ¿Pero qué…?
De repente, Emma despertó en el mismo pupitre escolar, pero, sin embargo, esta vez todo era distinto ..“Clases suspendidas» pudo leer Emma, escrito en la pizarra. Emma miró a su alrededor, pero todo parecía destruido. Sacó su teléfono del bolsillo, tenía muchas noticias y mensajes perdidos, pero ponía que habían sido hacía más de cinco años
— ¡ Emma! Gritó una última vez aquella cosa, sin embargo, esta vez Emma no estaba escuchando, ella simplemente tenía la atención en su teléfono móvil, ¿Qué había ocurrido?. O mejor dicho, ¿Cuánto había ocurrido?
Fátima L Valiente 1 º ESO 2

Emma se quedó perpleja al ver en su teléfono móvil un mensaje que decía ::“El colegio ha sido evacuado porque el gobierno de Rusia está atacando la ciudad”. Emma, cuando terminó de leer el mensaje, salió de su colegio y en el mástil donde estaba la bandera de Ucrania ondeaba en lo alto la bandera de Rusia. Al ver aquello sabía de qué se trataba en el 2022 cuando Emma estaba en su casa, una mañana, antes de ir al instituto, vio en la televisión una noticia en la que estaba hablando el presidente de Ucrania, que dijo ::“Nos tienen rodeados. Putin no para de bombardear a Ucrania con su ejército. Vamos a morir” Emma, al recordar aquello, fue a su antigua casa esquivando las tropas rusas. Al llegar, encontró a sus padres muertos con una mirada terrorífica. Se echó a llorar y minutos después registró toda la casa. Solo le quedaba por registrar el búnker y minutos después encontró una carta de sus padres en la que redactaban lo ocurrido. «Hola, Emma Esperamos que hayas visto esta carta, nos quedamos meses escondidos en el búnker hasta que los rusos nos encontraron, nos queda poco tiempo de vida”
Jaime Pérez García Sandoval 1 º ESO E

La carta estaba rota. Emma no podía entender por qué pero sabía que tenía que poner algo importante para que los rusos hubieran roto esa parte. No se quedó quieta y decidió buscar y buscar algo que le pudiera dar alguna pista de qué podía poner en el trozo que no estaba de la carta. Fue a el salón a ver si aún estaba la televisión pero estaba un poco rota y no funcionaba. Fue a su cuarto para ver si su televisión estaba mejor y vio que sí no se veía mucho pero se podía ver algunas cosas Emma decidió buscar las noticias de esos últimos años y ver qué había pasado. Puso los informativos al principio empezó a recordar algunas cosas que ella había visto el día antes de ir al instituto pero de repente vio uno donde salían sus padres por detrás diciendo lo que ponía en la carta ..¡No podía creerlo!
Mª Cristina Velarde Pizarro 1 º ESO A

Estaba escuchando las palabras de sus padres al tiempo que leía el pedazo de carta encontrada. Cuando iba llegando a la parte arrancada, su corazón empezó a palpitar de nervios temiendo lo peor y justo en ese mismo instante, se produjo un ataque con bombas al lugar de retransmisión y la imagen se perdió. De nuevo sintió que perdía a sus padres, que se quedaría sin saber lo que le querían decir. Su rostro se cubrió de lágrimas y tiró al suelo a lamentarse por su mala suerte. En ese momento escuchó un ruido bajo el suelo, en el búnker. Asustada, bajó con un palo que encontró en los restos de su habitación con intención de protegerse del enemigo que allí se escondía. Despacio y sin apenas hacer ruido, abrió la puerta buscando al intruso. No vio nada. Todo vacío. Solo un par de ratas correteando por los sacos de comida que aún quedaban de aquel sucio búnker. Sintió un alivio al saber que no había intrusos, solo esos roedores malolientes. De repente algo la embistió por detrás tirándola al suelo. Al darse la vuelta para defenderse de su agresor, se dio cuenta que era Troy, el pequeño cachorro que sus padres adoptaron para su cumpleaños días antes de quedar profundamente dormida
Hugo Marín Sánchez 2 º ESO G

-¡Troy!, exclamó Emma no se lo podía creer, Troy era un perro que llevaba poco tiempo en la familia pero Emma le había cogido mucho cariño. El perro empezó a ponerse nervioso y le estaba intentando decir a Emma que le siguiese con señas y ladrando. Emma, al ver que estaba raro su perro, decidió seguirle, la llevó por un pasadizo que tenía el búnker donde tenía contacto con otros búnkeres. Emma, empezó a escuchar llantos de unos niños, y Troy la llevó hasta ellos. Resultaron ser sus amigos del colegio

-¿Marcos?, ¿Lucía?¿Qué hacéis aquí? Los compañeros pararon de llorar y le contaron por qué estaban allí.
(Marcos) Los rusos nos amenazaron con matarnos y nos separaron de nuestros padres. Nos hemos refugiado en este búnker para poder sobrevivir, tenemos mucho miedo por las bombas y hay muy pocos recursos en este búnker. Los tres y Troy, decidieron ir por los pasadizos que conectaban los búnkeres, vieron luz al fondo y se adentraron
ManuelMerinoBarrera4ºESOC.

Los cuatro amigos anduvieron durante horas siguiendo aquella luz. Había tantas preguntas que resolver. ¿Qué querían decir sus padres en esa carta?. ¿Cómo se despertó cinco años después de haberse dormido?. ¿Cómo podía ayudar a sus amigos?. Tantas preguntas sin respuesta que lo único que hacían era taladrar la mente de Emma
De repente, Troy empezó a comportarse de manera diferente. Huyó hacia una dirección en concreto como si desease hallar algo

-¡Troy, espera! gritó Emma intentando seguirle el ritmo
El perro se paró en secó. Unos pasos se escuchaban a lo lejos. Firmes, coordinados, casi automáticos. De seguro eran soldados rusos.
Lucía y Marcos, que ya se habían topado con ellos varias veces anteriores, decidieron guiar al grupo hacia un lugar seguro para esconderse

– Tenemos que parar esa retransmisión de una vez, la gente no puede saber el contenido de esa carta dijo uno de los soldados caminando firmemente

-¿Carta? ¿Se referirá a mis padres?. Se preguntó Emma para sí misma
Irene Molina Solís 4 G

Seguía sin entender por qué esa carta tenía tanta importancia para el ejército ruso, si supuestamente sus padres eran unos humildes trabajadores, su madre trabajaba en una guardería y su padre. No conseguía recordar bien qué es lo que hacía, sólo recordaba sus frecuentes salidas temporales con la excusa de son temas del trabajo, hijita Le decía Al relacionar todo eso, Emma ya no aguantaba más, necesitaba saber qué ponía en esa carta, cuáles fueron las últimas palabras que sus padres le dedicaron. Mientras todos estos pensamientos surgían en su mente ellos huían de los soldados rusos, soldados que deberían saber qué ponía en la carta, pensó la chica. Así que, sin dudarlo dos veces se separó del grupo y salió a correr en dirección contraria, en busca de los soldados que les seguían, con la mente puesta únicamente en sus padres y en esa maldita carta
Luis Redrejo Santiago 4 ºH

Tras mucho rato caminando y escuchando el ruido que iban dejando los soldados, llegó a una sala en la que la oscuridad reinaba de repente, escuchó una voz

-¿Quién eres? dijo esta. La verdad que me resultó muy familiar y decidí acercarme – Mamá, ¡Estás viva!, ¿Qué haces aquí?
Mi madre me miró aún sin creérselo y entre llantos empezó

– Tu padre era un alto cargo del gobierno ucraniano, pero nadie lo sabía porque debían proteger su identidad para que tu pudieras tener una vida normal ella hizo una pausa y continuó. Él trabajaba en el gobierno de Rusia para poder sacar información y así ayudar a Ucrania, en la carta que te dejamos te revelamos unos de los secretos más importantes de Rusia y que podrían acabar con ella, por eso todos los militares hablan de ella y por eso estoy aquí encerrada, debes irte ahora cariño, los soldados llevan años buscándote. Muy a mi pesar me despedí de ella, justo cuando estaba a punto de salir por la puerta un soldado ruso me atrapó y…

-¡Emma!¡Tú pupitre es para estudiar, no una cama! escuché decir a la profesora. Casi me pongo a llorar de la emoción al ver que todo era un sueño y que todo seguía como antes.
Carmen Montero de Espinosa Jiménez B 1 ºH