En el siglo XIX todos los días salía el sol, con el que se iniciaba una nueva jornada laboral, para muchas personas era agotadora, mal pagada y donde se arriesgaba la propia vida en cada momento, este mundo ataba con cadenas a la pobreza a mucha gente que estaba condenada a una vida miserable, este sufrimiento será el motor que impulse a la lucha obrera, permitiendo a sus descendientes vivir algo mejor.