Qué bonito era eso de llegar a las 8.30, con las ganas por los suelos y, que al subir la vista, encontraras a alguien que te sacaba una sonrisa.
Qué bonitos los paseos a la fuente, donde calmar la sed y la desidia, donde encontrarte con amigos y contar «¡qué fuerte lo que me ha pasado!» Si esa fuente hablara….
Qué bonito el jardín, que siempre nos esperaba con su sombra, con su frescor, y que guarda a los gatos y a los pájaros que te echan tanto de menos… a ti y a tu bocadillo.
Qué bonito ese ruido de pasillos, ese cruzarse y saludarse, los buenos días repetidos.
Qué bonito salir de excursión, no traer la mochila porque hoy celebramos el día del centro, encontrarte con el profe que te pregunta qué tal el fin de semana.
Qué bonito aprender, desaprender, emocionarse o abrirse a quien tienes sentado al lado, porque hoy no es un buen día, pero compartido siempre es mejor.
Qué bonitos los «achooo», los «anda p’ahi», los «a vééééé», los «profeeeeee» y las risas, sobre todo el sonido de las risas.
Qué bonito tenerte en el aula, saber si estás bien o estás mal con solo mirarte, y ver que por fin te has dado cuenta del valor que tienes.
Os echamos y nos echamos tanto de menos, que estamos deseando llenar los espacios y que todo el mundo se entere de que la familia del IES Extremadura sigue aquí. Así que este vídeo va para todos vosotros.
