Emisora de radio educativa del Colegio Santo Tomás de Aquino de Montijo

ConCienciaT (3): Apagado o fuera de cobertura

En el tercer programa de la serie ConCienciaT, nuestros alumnos de 4º de ESO Óscar, Claudia y Abel han desgranado una canción más de nuestro repertorio científico: «Llamando a la Tierra», de M-Clan. Un auténtico éxito que todos hemos escuchado, cantado, pero nunca nos hemos planteado a nivel físico. Les invitamos a viajar con nosotros en este fascinante análisis.

TRANSCRIPCIÓN DEL PROGRAMA:

                Buenos días, buenas tardes o buenas noches, según la hora a la que nos esté escuchando. Soy Óscar y hoy me acompañan Claudia y Abel. Hoy vamos a hablar de una de las canciones españolas que más hemos escuchado en la radio, y a la que no le hemos prestado toda la atención que deberíamos. “Llamando a la Tierra” es el éxito de 1999 del grupo murciano M-Clan, en el que se repasan en varios de sus versos conceptos relacionados con la astronomía y la relatividad espacial.

                Esta canción nos habla de un viajero en misión interestelar. En el espacio, las distancias son tan grandes que tenemos que utilizar unidades más allá de los kilómetros. La más conocida es el año luz, que, aunque parezca mentira, es una medida de distancia, NO DE TIEMPO. El año luz es la distancia que recorre la luz en un año. Si en un segundo la luz recorre trescientos mil kilómetros, en un año recorre aproximadamente 9 billones, con B, de kilómetros. Una barbaridad.

                Entonces, cuando en la canción escuchamos aquello de “a dos mil millones de años luz de mi casa estoy”, está diciendo que ha necesitado, como mínimo, dos mil millones de años para llegar allí. Para poner en contexto este dato, debemos decir que nuestro planeta Tierra tiene dos mil quinientos millones de años, y que hay vida en la Tierra desde hace mil millones de años. Es muchísimo tiempo, aunque se hace más ameno si puedes escuchar los programas de El Cole Habla.

                Y esto teniendo en cuenta que viajamos a la velocidad de la luz, la más rápida a la que se puede ir. De hecho, es casi imposible alcanzar esos valores por muy moderna que fuera nuestra nave. Aunque en las películas de Star Wars escuchemos a Han Solo decir que su Halcón Milenario alcanza cien veces la velocidad de la luz, todo mentira. Otra cosa es la velocidad del sonido, que son unos 340 metros por segundo. Pero eso es un tema que trataremos en otro programa, enseñando a calcular la distancia a la que se encuentra una tormenta.

                La velocidad de la luz nos permite, eso sí, “viajar al pasado”. Usted no nos ha visto, pero hemos entrecomillado eso de viajar. Realmente, lo que sucede es que, cuando vemos algo en el cielo, lo estamos viendo cómo era hace un cierto tiempo. Por ejemplo, como la Luna está a trescientos mil kilómetros, la vemos como era hace un segundo. Es decir, en la Luna vamos a 1000 de ping. Otro ejemplo es el Sol, que lo vemos tal como era hace ocho minutos. Aunque desde nuestro programa rogamos encarecidamente al público que no lo compruebe mirando directamente al Sol, que es muy peligroso y dañino para nuestra visión.

                Para terminar este programa, queremos cerrar comentando nuestra estrella favorita, GJ 1002. Es nuestra favorita porque está a 16 años luz de distancia, es decir, que la luz que estamos recibiendo hoy es la que salió de allí el año en que nacimos. Te invitamos a buscar el astro del universo que se encuentra a tu edad luz. Despedimos este programa tan interesante, que se les habrá pasado volando. Nos escuchamos en el próximo programa de ConCienciaT.