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De lunes a jueves acuden contentos todas las tardes a la Casa de Cultura a recibir clases con María. Algunas vecinas se esperan unas a otras para compartir el trayecto. 

– ¿Dónde vas Rufina? 

– Voy a la escuela. ¡Mira que “pa” estar sola en casa…!  La tele me aburre muchísimo, allí tengo compañía y siempre aprenderé algo. – contesta Rufina que presume de tener 84 años.

– ¿Y tú, Braulia? 

Braulia se ríe entre vergonzosa y risueña. Te relata su historia de cabrera, de nevazos en la sierra, del pan asentado. Son muchos años.  

–  Pues voy a la escuela, que nunca es tarde… Toda la vida en la sierra con las cabras, no tuve tiempo para aprender y déjame anda, que ya voy tarde. ¡Mira, ya están entrando las otras!

Al final, te pica la curiosidad, llamas a María Sánchez Alegre, joven maestra de la Escuela de adultos, y te invita a hacerles una visita. 

Segundo piso, Aula 1 de la Casa de Cultura. Allí se encuentran María Sánchez, Nieves Béjar, Braulia Véliz, Pilar Acuña, Rufina Vergara, Vicente Gil, Pruificación Gilarte, Montaña Torralvo. Ese día faltaba Teodora Alegre.

Te cuentan sus experiencias, sus años mozos. Algunos en las escuelas de entonces, otros en sus trabajos. Entonces entiendes que cada uno de ellos y ellas son LA VERDADERA ESCUELA y en esa aula 1, te contagias del buen ambiente y eres tú quien las invitas al Grupo Escolar, a la radio del cole, a Onda Pencona.

Hoy, sin más propósito que el de dibujaros una sonrisa en la cara, os hacemos llegar estos testimonios que rezuman inquietudes y vitalidad.

Control técnico y locución Encarnación Macías y Lourdes García
Entrevistados/asAlumnado de la escuela de adultos de Aldeanueva de la Vera
EdiciónJacob Carretero
MúsicaLuis Bacalov – In bicicletta

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